Había una vez tres cerditos, cada uno con una visión diferente sobre cómo construir su hogar en el vasto mundo de internet. La seguridad web era un tema importante, y cada cerdito tenía que enfrentarse al temible lobo cibernético, que representaba las amenazas y ataques que acechan en la red.

El primer cerdito, llamado Ignorante, estaba emocionado por tener su página web en línea lo más rápido posible. Decidió construir su casa de paja, una elección rápida y fácil, pero sin preocuparse mucho por la seguridad, Chapuzas dejó su página web vulnerable a todo tipo de ataques. «A mí no me va a tocar, pensaba». El lobo cibernético se dio cuenta rápidamente de la débil construcción y aprovechó la falta de protección para realizar un ataque de fuerza bruta. Mediante programas especializados, el lobo probó diversas combinaciones de contraseñas hasta que finalmente pudo acceder al área de administración del sitio web. Una vez dentro, el lobo causó estragos, eliminando contenido y colocando enlaces maliciosos.

El segundo cerdito, llamado Chapuzas, tenía una perspectiva más consciente de la seguridad. Decidió construir su casa de madera, lo que representaba un nivel básico de protección. Chapuzas aprendió acerca de la importancia de las contraseñas seguras y cómo utilizar un certificado SSL para cifrar la información que los usuarios enviaban a su sitio, aunque no quiso tomarse en serio su trabajo porque llevaba mucho tiempo. «Total, la casa se la venderé luego a un cliente y no se va a enterar».  El lobo cibernético era astuto y aprovechó la falta de actualizaciones del software utilizado en la página web de Chapuzas. Utilizando una vulnerabilidad conocida, el lobo logró acceder al servidor y realizar un ataque de inyección de código. Con esto, pudo tomar el control de la página web y utilizarla para distribuir malware y robar información de los visitantes.

El tercer cerdito, llamado Profesionalidad, era muy consciente de los peligros en línea y se comprometió a construir su página web de manera segura. Decidió construir su casa con ladrillos, que representaban un nivel de seguridad sólido y robusto. Profesionalidad invirtió tiempo en implementar las mejores prácticas de seguridad web y utilizó herramientas avanzadas de protección. Utilizó un sistema de autenticación de dos factores para agregar una capa adicional de seguridad a las cuentas de administrador. Además, realizó análisis de vulnerabilidades y pruebas de penetración para identificar y corregir posibles puntos débiles en su página web.

9pixels – Phishing página web
A pesar de los intentos del lobo cibernético, Profesionalidad pudo mantener su página web segura y protegida. El lobo intentó, entre otros, ataques de denegación de servicio (DDoS) pero Profesionalidad había implementado varias capas de protección que bloquearon los ataques maliciosos y protegieron la página web.

La moraleja de esta historia es que la seguridad web es esencial para proteger nuestra presencia en línea. Los accesos no autorizados a una página web pueden ocurrir de diversas formas, incluyendo:

  1. Ataques de fuerza bruta: Intentos repetidos y automáticos para adivinar contraseñas y acceder a cuentas.
  2. Ataques de inyección de código: Aprovechar vulnerabilidades en el software para insertar código malicioso y tomar el control de la página web.
  3. Ataques de phishing: Engañar a los usuarios para que divulguen información confidencial, como contraseñas, a través de correos electrónicos o sitios web falsos.
  4. Ataques de denegación de servicio (DDoS): Sobrecargar un sitio web con una gran cantidad de solicitudes maliciosas para hacerlo inaccesible para los visitantes legítimos.