Distribución de malware: los hackers pueden utilizar webs pequeñas como plataformas para distribuir malware. Aunque un sitio web no contenga datos personales, puede ser utilizado para infectar a los visitantes con malware, redirigirlos a otros sitios maliciosos o como base de operaciones de ataques masivos de phishing, en las que los correos electrónicos falsos se envían desde el servidor de la página web comprometida.
Una página web hackeada o comprometida puede perder todo el posicionamiento y su dominio ser inhabilitado para poder realizar campañas publicitarias en Google o Bing.
Botnets y ataques DDoS: las webs pequeñas son a menudo objetivos de hackers que buscan agregar el sitio a su botnet. Una botnet es una red de computadoras comprometidas que puede ser controlada de forma remota por el atacante. Estas botnets se utilizan comúnmente para llevar a cabo ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), donde el tráfico se dirige al sitio web, lo que provoca su caída. Los hackers pueden comprometer una web pequeña para agregarla a su botnet y utilizarla como una fuente adicional de recursos para llevar a cabo estos ataques.
Pruebas y entrenamiento: algunos hackers pueden apuntar a webs pequeñas como objetivo de práctica o entrenamiento. Estos ataques pueden ser parte de su proceso de aprendizaje o una forma de experimentar con nuevas técnicas. Incluso si el sitio web no tiene datos valiosos, puede ser considerado como un objetivo fácil y útil para adquirir experiencia.
Ganar reputación o notoriedad: en algunos casos, los hackers pueden comprometer webs pequeñas como una forma de obtener reconocimiento o notoriedad en la comunidad de hacking. Al atacar y comprometer sitios web, pueden demostrar sus habilidades y ganar estatus entre sus pares.
Si piensas que tu web puede haber sido hackeada o que no cuenta con las medidas de seguridad adecuadas, contacta con nosotros.